Ciudad de Guatemala, 25 feb (Prensa Latina) El Gobierno de Guatemala ratificó hoy su compromiso con la dignificación de las víctimas del conflicto armado interno y el reconocimiento de las organizaciones que defendieron la democracia tras las pasadas elecciones.
«La historia debe ser conocida para evitar que lo que tanto nos dolió siga afectando a la población», declaró la presidenta en funciones del país, Karin Herrera, en acto en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura.
A propósito del Día de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno, la mandataria subrayó que esto nos recuerda la atención que debemos darles a los sobrevivientes de ese período, en referencia a la represión del Estado de 1960-1996.
La Comisión Presidencial por la Paz y Derechos Humanos (Copadeh) presentó un Plan, sobre el cual Herrera afirmó que tiene como fin principal retomar la memoria.
Con este se fortalecerá el trabajo para la recuperación de los archivos del extinto Programa Nacional de Resarcimiento, aseveró.
En la actividad participaron la ministra de Cultura, Liwy Grazioso; la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Mechú, y víctimas y representantes de familias afectadas.
Tras cambiar la Rosa de la Paz, Elvia Antonieta Sep en nombre de la Plataforma de Víctimas del Conflicto Armado Interno agradeció la distinción como mensajera.
El director ejecutivo de la Copadeh, Oswaldo Samayoa, recalcó el compromiso de la nueva administración con la reestructuración de esa institución y con esto lograr la dignificación de las víctimas.
Consideró todas estas acciones importantes para proteger los derechos, la armonía, reconciliación y las garantías de no repetición.
Guatemala recuerda en este día de cada año a las víctimas del conflicto armado interno a partir de decreto aprobado en 2004 por el Congreso (unicameral) de la República.
Un 25 de febrero pero de 1999 se entregó en esta capital el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico Guatemala: Memoria del Silencio.
La investigación responsabilizó del 93 por ciento de las violaciones de derechos humanos durante el conflicto a las fuerzas de seguridad del Estado, principalmente al Ejército.
La guerra civil desatada en ese período dejó más de 200 mil muertos y desaparecidos en este territorio centroamericano, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.